27 setembro 2025
En Som Energia estamos de celebración: hemos inaugurado La Serra, la primera planta fotovoltaica de la cooperativa en Cataluña en Anglesola (Lleida). Este hito no es solo una nueva instalación; es la prueba viva de que, cuando muchas personas unimos esfuerzos, podemos hacer crecer otro modelo energético: colectivo, renovable y arraigado en el territorio.
Para explicarlo, nos gusta utilizar un paralelismo muy especial. En Som Energia tenemos una nueva planta. No es necesario regarla, ni abonarla. Pero como las plantas naturales, ésta también nos dará muchos frutos. Lo que hacemos es plantar el futuro.
Cada planta fotovoltaica es una semilla que sembramos entre todas, y que con tiempo, dedicación y perseverancia acaba floreciendo en forma de energía verde y compartida.
La Serra es una planta única. Ha tardado siete años en germinar y, en lugar de flores, tiene placas solares. En lugar de frutos, produce electricidad. Gracias a la fuerza de 5.700 personas socias, que aportaron recursos mediante el programa Generation kWh, hoy esta planta es ya una realidad capaz de producir 4,168 GWh anuales. Esto equivale al consumo eléctrico de unas 1.880 viviendas.
La planta, ubicada en el municipio de Anglesola (Urgell, Lleida), tiene una potencia de 2,31 MW y ha supuesto una inversión de 2,14 millones de euros, íntegramente colectiva.
La construcción de la planta se terminó en mayo de 2023, pero no pudo entrar en funcionamiento hasta febrero de 2025 debido a los retrasos administrativos y de conexión a la red. Esta espera nos recuerda que el reto de la transición energética no solo es técnico, sino también político y normativo.
En Cataluña, la generación renovable aún no llega al 20%, situándose muy lejos de la media europea, que supera el 47%. Por eso, proyectos como La Serra son tan necesarios: demuestran que es posible impulsar infraestructuras pequeñas, locales y con propiedad compartida, que reducen las pérdidas en la distribución e implican directamente a la ciudadanía.
Con La Serra hacemos evidente que la transición energética no es una oportunidad solo reservada al gran capital. Necesitamos la implicación de todos los actores del territorio, ayuntamientos, sector privado y, sobre todo, ciudadanía organizada, para hacerla realidad.
Cuando la energía se produce con participación real y propiedad colectiva, aumenta el consenso, se reduce el impacto ambiental y se garantiza el arraigo social. Así construimos un futuro energético más justo y transparente.
Durante la inauguración de La Serra, hemos querido hacer realidad esta idea de sembrar colectivamente: hemos regalado bombitas de semillas y hemos hecho una plantación popular de plantas aromáticas autóctonas, también para favorecer el ecosistema de la zona. Un pequeño gesto para recordar que lo que sembramos hoy, florecerá mañana en forma de soberanía energética.
La Serra eleva a 21 el nombre de instalaciones de generación renovable de Som Energia en el Estado, y 4 de las cuales pertenecen al proyecto de financiación colectiva Generation kWh. Pero no nos detendremos aquí. Continuamos trabajando para multiplicar estas semillas y hacer crecer un sistema energético en manos de las personas.
Porque hoy, en Anglesola, no solo hemos inaugurado una planta fotovoltaica. Hemos plantado el futuro.